jueves, diciembre 13, 2007

Fujimori desesperado y acorralado. "Jamás pensó que este día llegaría"

Dos muy buenos artículos que describen la aparición de Alberto Fujimori en el banquillo de los acusados.

El primero, lo escribe el genial Pedrito Salinas hoy en el diario Correo con el título: "acorralado".

"Parecía una imitación de Fernando Armas, aunque más chistosa. Con los modales desencajados, fuera de sí, descontrolado, chillando como un puerco que presiente que será llevado al matadero, con gallos que aguaitaban por su garganta y el dedo en ristre en plan Saddam Hussein, Alberto Fujimori mostró su desesperación. Y se le vio acorralado. Sí, acorralado. Sin escapatoria. Sin un SIN que le proteja. Sin una puerta a la vista para salir corriendo, como ha sido su estilo cada vez que quería evitar una confrontación. Jamás pensó que este día llegaría. Jamás".
"Y ahora está sentado en el banquillo de los acusados, el cual, dicho sea de paso, le calza muy bien y hace juego con su ternito azul con rayas. Combinan muy bien, vamos. Lo que no calza para nada es su rollito de “yo no hice nada”, “soy inocente”, “soy un tetudo porque nunca me di cuenta de lo que pasaba y de todo me enteraba por los periódicos”, “la culpa es del Ejército y de los militares que no me consultaban a quiénes ejecutaban”, “yo sólo me dedicaba a cortar cintas inaugurales”, “siempre creí que la prensa me quería mucho por mis ojos chinitos”.

El otro interesante artículo lo escribe un blogger "innovador" . El Mandala, así es como se hace llamar, el colega bloguero, describe lo que a su entender fueron "los errores de forma en la presentación de Fujimori":

El saludo a la familia. Se le notó disforzado, sonriendo por compromiso, saludando “de manual”. No transmitió sinceridad. La relación con la familia debería ser uno de los puntales de la campaña fujimorista. Pero que se vea sincera.

Las sonrisitas nerviosas. Cuando Fujimori escuchaba, por ratos tenía esa mueca entre risa y soberbia. Eso transmite distancia y nerviosismo. Eso es malo para un acusado, definitivamente. Fujimori tiene que apelar a su cercanía con las clases populares. Si se muestra cínico, perdió.

La exaltación. Cuando lo supe por la prensa, pensé: “qué hábil este chino, se ha enfrentado a la Sala que lo juzga, es una demostración de fuerza”. Cuando lo vi por TV, discrepé con mi primera impresión. Fue un acto políticamente suicida. No se le vio en sus cabales. Se le notó picón, jodido, como Quico cuando le quitan su pelota. Se lo notó con cara de loco. Enérgico, poco. Loco, mucho. Pero además, mal manejo de los tonos de voz. Mensaje confuso.

Las disculpas a los jueces. Otro gesto de falsedad notoria. Que Fujimori decida ser un reo rebelde, es su derecho y opción. Pero que no juegue a ser correcto y rebelde a la vez. Demuestra desesperación.

Pepitas también tuvo esa impresión. Vio a un Fujimori desesperado y acorrorralado. Pero también es cierto que "una fiera acorralada y desesperada es impredecible".

MAS EN:

Fujimori en ringtone

Gustavo Gorriti en Caretas



+++++SIN Montesinos

15 comentarios:

pepitas.com dijo...

Aquí está el artículo completo de Gustavo Gorriti.

Oratoria del Grito

A gritos Fujimori proclamó inocencia, negó todos los cargos, y se le subió la presión. Ese es el principio del polígrafo: uno miente y los signos vitales se desbocan.

En la comunicación humana, el grito es la forma extrema de la elocuencia. No hay cómo ignorarlo. En las artes marciales japonesas, el grito de combate es el Kiai, que puede traducirse como la “unión de los espíritus” o “concentración del espíritu”. El grito concentra la fuerza del guerrero, especialmente si la fuerza es la verdad; o provoca una crisis de hipertensión cuando la falsedad descachalandra el espíritu.

En la vida de los dirigentes políticos azarosos hay a veces esos momentos de todo o nada, en los que convencerá o no el alegato y en los que la oratoria del grito busca llegarle a la gente como una tormenta de verdades.

El alegato se hace un Cri de Coeur, un grito del corazón, cuya tonante resonancia debe estremecer a la vez el alma, el corazón y la suprarrenal, para convertir la adrenalina en un acelerador del convencimiento.

Eso se logra cuando una energía verdadera alumbra la palabra gritada. Cuando ello no ocurre, lo que sale es un grito medio desarmado, con sugerencias de chillido, que termina con un médico del INPE ajustándose el estetoscopio. La laringe delatora dispara la presión.

Se discute mucho sobre la validez del polígrafo como detector de mentiras, pero el hecho es que su porcentaje de acierto es alto. En medio de un conjunto de preguntas inocuas, cuya respuesta no provoca cambios corporales, se desliza las que se quiere verificar. Cuando se miente, la mayoría de personas tiene reacciones físicas, que reflejan la supresión de hechos y las versiones sustitutas de lo ocurrido, que hacen una mentira.

Uno pudiera suponer que cuando la mentira es grande, se hace grande también la respuesta involuntaria; y cuando aquélla se convierte en una negación estentórea de los hechos, entonces hay que terminar llamando al médico.

La mentira no actúa igual sobre la fisiología en todas las circunstancias. En general, no es tanto el sentimiento de culpa como la ansiedad por las consecuencias lo que anima más a los sensores poligráficos. Cuando está en juego un empleo, la reputación o la libertad es cuando el cuerpo reacciona más al conflicto entre lo que recuerda la mente en silencio y lo que le hace hablar a la garganta.

Fujimori la hizo chillar, pero también le gritaron las vísceras y las arterias. Sin quererlo se poligrafió a sí mismo desde el primer día.

Como dije, no es la culpa sino la ansiedad por las consecuencias lo que frunce las entrañas del mentiroso. Alberto Fujimori ha mentido habitualmente, ha usado la mentira como instrumento rutinario sin que hacerlo le provoque el menor sobresalto. Entre 1990 y 1992, yo le hice no menos de 15 ó 20 preguntas en diferentes reuniones con corresponsales y en conferencias de prensa. Salvo una o dos veces, todas las respuestas fueron mentiras.

¿Por qué mintió tanto? Porque en casi todas las ocasiones yo le pregunté sobre un elemento central en su estrategia y estructura de gobierno: su relación con Vladimiro Montesinos.

La última vez que vi cara a cara a Fujimori fue pocos días después del golpe del 5 de abril de 1992. Yo acababa de ser liberado de mi secuestro y había retomado de inmediato mi trabajo de corresponsal de El País, de España.

El gobierno golpista convocó entonces su primera conferencia de prensa para los corresponsales de medios extranjeros, en Palacio de Gobierno. Yo entré en medio del grupo, acompañado por Fernando Yovera, corresponsal entonces de la agencia Sipa, cuyos hermanos habían sido secuestrados por Roberto Huamán Azcurra, para obligarlo a entregarse. Yovera estaba clandestino, y se lo podía encontrar apaciblemente encaletado en el Sheraton, como productor de la televisión japonesa, o filmando escenas del despliegue militar, que terminaban invariablemente con el rotundo periodista rodeado por un círculo de soldados y oficiales absortos, mientras él les contaba historias de sus reportajes de guerra en, digamos, Camboya, con su sorprendente erudición en la genealogía e historia de armas y de equipos.

En aquella conferencia de prensa, Fujimori llegó acompañado por el entonces canciller y hoy prófugo Augusto Blacker Miller. Había cuatro o cinco filas de periodistas y yo estuve entre las últimas. Después de las primeras preguntas de otros corresponsales, levanté la mano. Fujimori señaló en mi dirección. Me levanté y pude ver entonces que mientras la expresión de Blacker parecía pasar por un proceso de fruncimiento, como si se empezara a experimentar la eficacia de un laxante precoz. Fujimori, en cambio, permaneció tranquilo.

“Ingeniero Fujimori” le dije (jamás volví a tratar como presidente al golpista), “tengo dos o tres preguntas que hacer”. Fujimori asintió. La primera, le dije, era preguntarle qué papel había desempeñado Vladimiro Montesinos en la planificación y perpetración del golpe de Estado. La otra pregunta fue retórica. ¿Con qué derecho, le dije, se allana con armas y tácticas de guerra la casa de un periodista, se le secuestra, se pone en peligro de muerte a su familia, se roba su computadora y documentos, con qué derecho, ingeniero Fujimori?

Blacker estaba ya francamente demacrado, pero Fujimori siguió sereno. Puso el tono de voz con el que un funcionario de una funeraria módica expone los arreglos para el sepelio de una tía soltera. “En cuanto a la primera pregunta”, dijo, “no. No. Montesinos no ha tenido nada que ver” con el golpe. Dijo, además, que entendía que mi computadora me iba a ser devuelta de inmediato, lo que en efecto sucedió.

Toda esa escena, incluyendo la expresión de Blacker, fue filmada por varios camarógrafos. Entiendo que se encuentra en los archivos de por lo menos una cadena hispana y varias televisoras peruanas.

A continuación, Fujimori reconoció a Yovera y le anunció que sus hermanos iban a ser liberados. “Acaban de salir”, le corrigió Yovera. Con eso, Fujimori reveló conocimiento y mando sobre otro operativo de secuestro y extorsión. También está filmado. Yovera, actual asesor del ministerio del Interior, debería ser llamado a declarar.

Antes del golpe, en casi cada una de las reuniones que organizó la Asociación de Prensa Extranjera, entonces presidida por Alberto Kuking, con Fujimori, le pregunté por Montesinos y sobre las funciones que desempeñaba dentro de su gobierno. Esas reuniones se realizaban siempre en la mezzanine del Sheraton.Y siempre mintió Fujimori. Nunca dijo la verdad, ni por casualidad. Muchas de esas conferencias de prensa quedaron también filmadas. Mientras ayudaba a Montesinos a consolidar su control sobre la Fuerza Armada, Fujimori lo protegía bajo un velo consistente de mentiras.

Años después, cuando Montesinos ya era el “agente 002” y el siamés de aquella infamosa entrevista arrodillada, Fujimori le dio el crédito y afirmó una estrechísima, simbiótica relación entre ellos, que ahora de nuevo quiere negar.

Es decir, Fujimori mintió al comienzo, al medio y al final. Nada de eso lo perturbó ni lo alteró. Mentir le resultó beneficioso.

Pero cuando la discusión de los hechos se convierte en una determinación de consecuencias (años largos o la vida entera en la cárcel), entonces la visión del costo se hace angustia, el proyecto del grito se hace la realidad del chillido y el intento de representar la energía imperativa del “ultimo samurái” termina en la realidad del paciente hipertenso sedado, que ahora mira cara a cara a sus fantasmas y sus memorias y sabe que esta vez no habrá cómo evitar su testimonio.

Unknown dijo...

gracias por el articulo de gorriti (no habria comprado esa mala revista solo por leerlo).

Fujimori no es una fiera acorralada. Los animales tienen un coraje instintivo. Fujimori ha exhibido siempre en extremo el humanísimo defecto de la cobardía.

Se ve además que su menú antes de las audiencias incluye el bacalao.

Anónimo dijo...

Puedes decir lo que te de la gana Pepas, pero no puedes tapar el sol con un dedo.
Si a alguien tienes que agradecerle la libertad que hoy utilizas para expresar sin ambages tus ideas y tus odios, ese alguien es Kenja Fujimori. Fue él, luego de derrotar a Sendero Luminoso, quién estampó en la Constitución de 1993 las leyes que ahora te permiten despotricar y blablabear sobre lo que te de la gana. Y el solo hecho de que ninguna administración post-fujimorista se haya atrevido a derogar ni reformar tan magno documento es prueba irrefutable de lo que digo.
Vives en democracia gracias a Fujimori.

pepitas.com dijo...

A ver cachorrito, vamos despacio.

1.- Eres o te haces. ¿Agradecerle a Fujimori por la libertad de expresión que hoy disfruto? ¡Estás tronado! La libertad de expresión que ahora disfrutamos todos los peruanos, incluyendote, la ganamos en las calles los ciudadanos demócratas. La libertad de expresión para los fujimontesinistas era peligroso y por eso la restringieron a través del SIN o simplemente comprando conciencias y líneas editoriales.

2.- ¿Que Fujimori derrotó a Sendero Luminoso? Quiero entender realmente que eres un cachorrito que recién está empezando a gatear y no vivió esa época. Te la contaron mal pues, mi querido cachorrito. Yo te la cuento rapidito. Es cierto que durante el primer gobierno Fujimori se descabezaron a los cabecillas del terrorismo, pero de allí a que gracias a Fujimori el terrorismo fue vencido hay una distancia como de aquí al Japón. Te cuento cachorrito que Fujimori y Montesinos impusieron una política antiterrorista equivocada. Fueron policías del GEIN, formado en la última etapa por Mantilla, quienes priorizaron un verdadero trabajo de inteligencia y consiguieron capturar al cachetón Abimael. Fue un trabajo sostenido de años, que se realizó al margen del SIN de Montesinos que propugnaba la tierra arrasada. Lee un poco cachorrito. Así podrás enterarte que al momento de la captura de Guzmán tanto Fujimori como Montesinos estaban en la luna de Paita. Los muchachos del GEIN no les avisaron. Por eso es que posteriormente Montesinos desactiva el GEIN. Cachorrito, escucha; La derrota de Sendero se produjo también porque fue expulsado de la sierra hacia la costa, fundamentalmente Lima. Este fue un factor determinante porque en la ciudad fue más fácil identificarlo y capturarlos. Nuestros compatriotas andinos se cansaron de soportar la arremetida de Sendero y los militares durante toda la década del 80 y decidieron aliarse con los soldaditos y formaron las autodefensas. Fueron ellos quienes se enfrentaron y derrorataron militar y estrategicamente. Revisa la historia, investiga, viaja a Ayacucho, Apurímac, Huancavelia y Junín. Que no te cuenten cuentos chinos. No le creas a los Raffos, marthas chavez y demás especímenes en extinción.

Anónimo dijo...

Con tanto cargamontón, prefiero leer "La Razón".

Anónimo dijo...

Dime con quien andas... y te diré quién eres...

Anónimo dijo...

Pepas:

No fueron marchas estudiantiles sino las imágenes contenidas en el video Kouri-Montesinos lo que precipitó el final de la era Fujimorista. Los estudiantes de esos tiempos piteaban por unos vejestorios que, oh casualidad, eran sus profesores en la universidad. Ni amor a la democracia ni a las libertades: puro arribismo y afán de obtener créditos adicionales.
Tu revisionismo es patético.
Lo que sí me llama la atención es que no dices ni pío acerca del documento que define tus derechos y tus libertades y que te permite expresarte libremente en este blog. Me refiero, por supuesto, a la Constitución promulgada por Fujimori en 1993. Si te parece tan siniestro su autor, si a estas alturas te vienes a poner los moños ¿por qué no pides la derogación de este documento?

pepitas.com dijo...

Oe perrito. No te confundas. No he dicho que fueron las marchas estudiantiles las que derrotaron a la administración más corrupta de los últimos tiempos. La movilización ciudadana (estudiantes, partidos politicos -incluido el APRA- organismos de DDHH, periodistas demócratas y peruanos demócratas) fue determinante para la caida del régimen. Le perdimos el miedo a la dictadura y en todo el país se generó una corriente democrática cada vez más creciente. La polarización era tal y la corrupción también que hasta la propia amante de Vladi se atrevió a soltar una bazucazo que terminó por desmoronar al fujimontesinismo. ¿"Revisionismo"?. Vete al carajo. Los terrucos senderistas usaban esas frases para desmerecer cualquier opinión crítica. Si quieres rendirle pleitesía a Fujimori crea tu blog. Allí escribe lo que te plazca. Conozco a los senderistas y los fujiratas.
Son de la misma calaña. No se puede discutir con ellos. Los dogmáticos me dan alergia, los evito. Por eso perrito, te pido que pongamos fin a esta discusión. Crea tu blog y prometo participar en la discusión. Si te parezco patético, no me leas. Dedicate a otras cosas que te den más placer. Bye.

Anónimo dijo...

Oe cachorro...¿acaso estás insinuando que la libertad de expresión la tenemos gracias a fujimori?
Disculpa, pero... ¿eres idiota? cómo se te ocurre peer semejante estupidez¡¡¡

Fujimori, montesinos, y toda esa lacra pestilente que detentó el poder eran absolutamente enemigos de la libertad de expresión... ahí están los planes para acallar a la prensa independiente, ahí está el chuponeo telefónico a periodistas, etc.

hazte ver, cachorro.

Anónimo dijo...

La concha con cuatro patas que a sus anchas sacan a pasear los fujimoristas, son una cortecia de la concha con cuatro patas del "responsable" que, en efecto, como muy bien dicen los fujimoristas, "gobierna" con la constitución del rata, que, por cierto, con concha y cuatro patas avaló la doctora Lourdes Flores

Anónimo dijo...

La hipocresía de los actuales detractores del ex-presidente Fujimori radica en el hecho de que ninguno de ellos cuestiona la vigencia de la Constitución de 1993, documento sobre el que reposa los pilares del Derecho, la justicia y las normas del Perú actual. TODOS los periodistas peruanos de alguna relevancia (la señoras Valenzuela y Palacios, los señores Salinas, Althaus, Zileri, Ortiz, Pepas, etc.,) reconocen que vivimos dentro de un régimen democrático. ¿Acaso una sociedad democrática puede tener como ley fundamental un código dictatorial? No sean payasos, pues.
Además, si no hubiera sido por la Constitución promulgada por Alberto Fujimori en 1993 no tendríamos a partir de hoy TLC, ya que son sus leyes las que dan a las transnacionales y a las mineras la confianza necesaria para invertir en nuestro país.
Solo nos queda esperar sus beneficios.

Anónimo dijo...

Ver a Fujimri atormentado, nervioso, temblándole las manos, inseguro, ausente, al borde del colapso, para en seguida aparecer con una pose indiferente, "relajado", lanzando su humanidad al espaldar de la butaca y abriendo los brazos y forzando sonrisas, aparentando el mejor de los mundos, y muecas, huecas, victoriosas, gesticulando para la foto, adornándose, y en seguida, ante la pregunta del fiscal: reo Fujimori, el ex dictador para de sonreír, cambia, ahora es enojo, furia, incomprensión, se aliña el traje y arruga el rostro, al diablo la farsa, la actuación, reaparece, torpe, pálido, torcida sonrisa, nerviosa, repleta de tic los ojos no encuentra donde fijarlos, entonces, hecho una porquería vuelve un tic y balbucea una respuesta.

Wow..!

Anónimo dijo...

Los "perros del hortelano" fueron los que eligieron a García porque, según sus promesas, deducían que era el perro mayor, el perro alfa, del hortelano. Ahora que está en Palacio, ese perro bravazo se convirtió en perro faldero. Eso no ha sido más que una perrada.

Anónimo dijo...

Asi son de sinvergüenzas los toledistas, estos semianalfabetos son incapaces de reconocer todo lo bueno que les dejó el Ing. Fujimori y que ellos recién vinieron a cosechar y tienen la concha de atribuirse un TLC que no es obra suya sino de los tecnicos independientes que trabajaron a pesar del desgobierno de Toledo.

Anónimo dijo...

Solo una pregunta: Que pasa con el diario La Primera Peru.com que ya no sale a travez del Internet. Serian tan amable de comunicarnos si es censurado o que es lo que realmente esta sucediendo. Gracias...